Muchos nombres diferentes han sido usados (reacción adversa al alimento (RAA), alergia alimentaria, intolerancia alimentaria) para referirse a la hipersensibilidad alimentaria canina. Nos referiremos a la reacción adversa al alimento que da como resultado un desorden cutáneo pruriginoso. Algunos de ellos pueden tener una base inmunológica y se clasifican como verdaderas hipersensibilidades, mientras otras pueden no ser inmunológicamente mediadas (intolerancia al alimento). La intolerancia al alimento es específica del individuo y puede incluir mecanismos farmacológicos o metabólicos o ser idiosincráticos. Las reacciones a alimentos tóxicos están típicamente asociadas a la dosis y pueden relacionarse a toxinas o liberación de histamina. Las RAA típicamente inmunomediadas involucran reacciones de hipersensibilidad tipo I, III y IV. De éstas, la hipersensibilidad de tipo I es la que más se ha investigado en humanos y animales.
En resumen
La alergia a los alimentos es un efecto adverso proveniente de una respuesta inmune específica que se repite ante la exposición de un alimento determinado.
Descripción de un caso clínico
Se presenta a consulta dermatológica un Canino, Pittbull, Macho, de 4 años, de nombre Canito -A la anamnesis surge que desde hace mas de un año el paciente presenta prurito intenso (escala visual 0-10: 8), habiendo consultado a otros colegas que oportunamente medicaron al paciente con baños semanales de Clorhexidina shampú al 3% y cefalexina; en otra oportunidad se medicó al paciente con Oclacitinib 16 mg/día, en todos los casos con escasa respuesta terapéutica.
Al momento de la consulta, el paciente consumía una dieta de baja calidad con proteína de pollo, el que también consume ocasionalmente en forma natural.
A la inspección se aprecian signos de prurito escrito e intenso en cara (Imágenes 1 y 2), tórax (Imagen 3), axilas (imagen 4), lateral y ventral del cuello (Imágenes 5,6,7,8, 9 y 10), abdomen (Imagen 11,12,13), acompañado de eritema marcado; prurito podal dorsal (Imagen 14), en cara posterior de metacarpos/metatarsos (Imagen 15), área perineal liquenificada, otitis externa, y foliculitis diseminadas en abdomen y flancos. No se observan presencia de pulgas ni de otros ectoparásitos.
Raspajes múltiples de piel: Negativos
Prueba de cinta scotch sobre la superficie cutánea y tinción con Diff Quick: Negativo para infección actual por malassezias y/o Estafilococos pseudointermedios (ausencia de neutrófilos tóxicos, escasos cocos aislados y en racimo).
Histopatología
Se apreciaron diversos grados de dermatitis perivascular superficial (pura, espongiótica, hiperplásica), con predominio de células mononucleares y neutrófilos. No se observaron cambios compatibles con piodermia o dermatitis por Malassezia. Se observaron concentraciones elevadas de eosinofilos en dermis superficial y vasculitis eosinofilica. Los cambios son compatibles con dermatitis alérgica crónica.
Diagnóstico presuntivo
Teniendo en cuenta los escasos resultados obtenidos con las terapias antibióticas y con antialérgicos específicos (oclacitinib y prednisolona), se sospecha fuertemente de una Reacción Adversa al alimento (Hipersensibilidad alimentaria).
Se instaura una dieta de exclusión en base a papa y porotos en una proporción de 2/3 papa hervida y 1/3 porotos hervidos, a razón de 30 gramos de la mezcla por kg. De peso por día durante 4 semanas, acompañado de un ciclo de prednisolona 1 mg./kg/día durante 2 semanas y fármaco Aurizone (Marbofloxacina, Clotrimazol y Dexametasona) en forma de gotas óticas dos veces al día durante una semana.
Resultados
A la cuarta semana de la dieta se aprecia una mejoría notable de las lesiones, desaparece el prurito, la inflamación, y el eritema generalizado en cara (imágenes 16,17,19), ventral y lateral del cuello (imagen 18 y 20), abdomen (imágen 21), tórax (imagen 22) y tronco en general (imagen 23); en estas condiciones se agrega carne de cerdo, a razón de 15 gramos por kilo de peso a la mezcla de papa y porotos, extendiéndose la dieta 4 semanas mas, en las que se agregan carne de pescado (10 días) y carne de vaca (10 días). A las 9 semanas se pasa a dieta comercial de buena calidad en base a cordero y arroz, manteniéndose el paciente sin síntomas.
Desafío
A los tres meses de comenzada la experiencia, se reinstala a la dieta pollo natural, recidivando los síntomas de prurito severo a las 72 horas.
Discusión
Se plantea una disyuntiva muy compleja al momento de diagnosticar una Hipersensibilidad Alimentaria; ¿Forma parte del complejo Atopía o se trata de una reacción exclusivamente a antígenos de origen alimentario? Es evidente que la instauración de una dieta hipoalergénica es fundamental para descartar el compromiso alimentario, pero a su vez, no debemos descartar los métodos complementarios de diagnóstico para investigar una Dermatitis Atópica concomitante. – El caso que nos ocupa ya había sido tratado con un diagnóstico presuntivo de Dermatitis Atópica con bloqueantes de Interleucina 31 (Oclacitinib) y Prednisolona, no logrando mejorías del cuadro clínico. Esta particular forma de reaccionar es clásica de los pacientes con compromiso alimentario en su cuadro alérgico. De allí que ese fuera el primer diagnóstico presuntivo a confirmar, descartando los ectoparásitos y las contaminaciones bacterianas y/o por levaduras. En cierta forma, el diagnóstico de atopía pura, sin componentes alimentarios, ya había sido descartado por la escasa respuesta al tratamiento correctamente instaurado.
Conclusiones
Debemos llegar a las siguientes conclusiones de gran valor:
- Es imprescindible evaluar a nuestro paciente alérgico en busca tanto de una Dermatitis Atópica pura como una dermatitis atópica complicada con alérgenos alimentarios.
- Es imprescindible la realización de un test de investigación alimentaria con una dieta de proteínas nóveles o balanceados con proteína hidrolizada, o bien una dieta casera que contenga tanto proteína nóvel como hidratos de carbono y calorías necesarias para llevar a cabo la prueba diagnóstica con absoluta seguridad. La resolución de los síntomas dermatológicos luego de la dieta testigo (de 4 a 8 semanas) y la reaparición de los síntomas durante el desafío alimentario, nos indican que el paciente experimenta una Hipersensibilidad alimentaria, que puede o no estar asociada a un cuadro de Dermatitis Atópica general. El caso que presentamos nos pone ante un paciente con Hipersensibilidad Alimentaria exclusivamente.
- Es interesante destacar el uso de la dieta de papa/poroto como un elemento valiosísimo en el diagnóstico definitivo de la enfermedad, no existiendo la posibilidad en este caso de que se produzcan reacciones de antigenicidad cruzada con cualquiera de los alimentos originales.
Es importante, por último, dejar expresamente consignado que la dieta de papa/poroto no produce una saciedad satisfactoria, y que el paciente tiende a bajar de peso. Por lo tanto, no se recomienda como alimentación a largo plazo. Debemos considerarla como una dieta de excelentes resultados para investigar, pero no para tratar una Hipersensibilidad Alimentaria Canina.
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Bibliografía: Revista Veterinaria. Arg. – Vol. XXXVIII – Nº 395 – Marzo 2021.